LOS PERROS HAMBRIENTOS

Fue escrita en el sanatorio de San José de Maipó, donde Alegría estuvo internado a causa de una embolia que le dejó casi sin vida y con medio cuerpo paralizado. Por prescripción facultativa comenzó a escribir su segunda novela y resultó ser la más cuidada, debido al reposo en el hospital, que le dio tiempo para pensarla y meditarla más que las otras dos.
Le surgió la idea básica al escuchar los aullidos de los perros que de noche llegaban a sus oídos y martilleaban sus sienes los lamentos de los perros que presagiaban la muerte. Rasgando dolorosamente la oscuridad, le hacían recordar otros ladridos lejanos que había escuchado en tenían en el sanatorio, como cobayas, para los experimentos. Noche tras su infancia peruana. Esto le trajo a la mente un relato contado por su abuela materna, Juana Lynch de Bazán, que era mestiza, pero más a fin al mundo indio que el blanco. A ella deberá Alegría gran parte de su formación indigenista. Doña Juana le había contado que en su época de juventud presenció una tremenda época de hambre, debido a la falta persistente de lluvias, que ocasionó una gran sequía y asoló una región. Al no haber alimento para los hombres, mucho menos los había para los perros del altiplano, que se volvieron contra sus dueños y aullaban por las noches insistentemente, olfateando la muerte.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que bien! Me encantó mucho este aporte, quien se podría imaginar que Ciro Alegría vería inspiración en un sanatorio y con simples aullidos de perros.
Sigan así chicas! este blog está muy interesante.

Anónimo dijo...

en verdad no he tenido el agrado de leer esta obra, ahora que de manera general veo su tematica, me parece interesante un dia de estos pasaré por alguna feria de libros y la compraré, gracias eh!!, (Y)

Jennyfer dijo...

Wow! solo con aullidos de perros.. genial, es un gran escritor, sus obras son muy agradables, quizá un poco pesadas para gente que no esta acostumbrada a este tipo de narrativa, pero es muy buena.

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